Es habitual que las personas que padecen un trastorno psiquiátrico fumen más que las personas sin la enfermedad. Una explicación es que fuman más porque tienen más ansiedad. Además, los pacientes que están tomando anti-psicóticos suelen fumar más probablemente para compensar algunos de los efectos secundarios de éstos fármacos.
Los últimos estudios indican que la prevalencia del consumo de nicotina en el trastorno bipolar es del 66%, siendo mayor que la que ocurre en depresión mayor (59%) y llegando a duplicar las cifras de adultos sin enfermedad mental (39,1%). En el estudio “Systematic Treatment Enhancement Program for Bipolar Disorder” (STEPBD) se detecta que un tercio son fumadores diarios. Además, fuman mayor cantidad de cigarrillos que los fumadores sin patología mental.
Los adolescentes con trastorno bipolar presentan mayores prevalencias de consumo nicotínico (25%) que la población general adolescente (12%) y un inicio más temprano. Respecto al género, el uso de tabaco en pacientes bipolares es mayor en varones, aunque la prevalencia de dependencia nicotínica es similar en ambos sexos.
El consumo de nicotina ni perjudica ni beneficia en nada al curso del trastorno bipolar. Afecta a la salud de la persona en general. En esta noticia vamos a exponer cuáles son las pautas más aconsejables para que las personas con trastorno bipolar dejen de fumar. Es importante seguir estas recomendaciones ya que el dejarlo de forma brusca puede precipitar un nuevo episodio dado que tras dejar de fumar muchas personas se sienten más tristes, nerviosas e irritables debido al síndrome de abstinencia, “mono”.
Recomendaciones generales:
1. Lo más aconsejable son las terapias sustitutivas como mascar chicles de nicotina o llevar parches de nicotina.
2. Es importante que se haga un correcto seguimiento médico y psicológico.
3. Existen algunos fármacos para facilitar el síndrome de abstinencia cuando se deja de fumar como el bupropión (Zyntabac, Quonem), pero no está indicado para personas con trastorno bipolar ya que se trata de un antidepresivo que puede provocar un viraje a la manía.
4. El momento escogido para dejar de fumar también es importante, ya que debe hacerse cuando la persona está eutímica. Es aconsejable esperar un mínimo de 6 meses desde el último episodio, ya que el riesgo de recaída es menor.
5. Es aconsejable dejar de fumar de forma progresiva, nunca de forma brusca.
Hemos hecho una breve exposición de las recomendaciones para que las personas con trastorno bipolar dejen de fumar de una forma segura para su enfermedad. El tipo de intervención no difiere de la que se realiza en la población fumadora sin trastorno bipolar, aunque se debe escoger en la fase de eutímia.
Bibliografía
López-Ortiz C, Roncero C, Miquel L, Casas M. Smoking in affective psychosis: review about nicotine use in bipolar and schizoaffective disorders. 2011.
Vieta, E. Colom, F. Convivir con el Trastorno Bipolar. Editorial Médica Panamericana. 2003.