En este artículo vamos a explicar cómo es más frecuente que se presente la enfermedad y cuál suele ser su evolución a lo largo del tiempo. Esta temática forma parte de las sesiones de Psicoeducación para el trastorno bipolar organizadas en el Hospital Clínic y dirigidas por el Dr. Colom y la Dra. Pachiarotti.
En primer lugar, los trastornos bipolares suelen presentarse en edades más jóvenes que los trastornos unipolares como el trastorno depresivo mayor. El trastorno bipolar suele presentarse en la adolescencia aunque puede empezar en cualquier momento de la vida. Sin embargo, es infrecuente que la enfermedad se presente después de los 50 años y si así fuera, el trastorno bipolar puede ser debido a una complicación neurológica o del tiroides.
La enfermedad también puede debutar en la infancia, siendo su presentación más intermitente e irregular. Es característica la presencia de marcada irritabilidad, problemas de sueño, hipersexualidad y anhedonia (pérdida de interés en casi todas las actividades).
El primer episodio puede ser tanto maníaco como depresivo o mixto. En general, las personas que inician la enfermedad con un episodio depresivo van a tener un curso de la enfermedad predominantemente depresivo, mientras que las personas que debuten con una manía tendrán un curso eminentemente maníaco.
Con el tratamiento adecuado se consigue acortar la duración de los episodios, se observa una mejoría a las 2-3 semanas de haberse iniciado el tratamiento en el caso de los episodios depresivos y a los pocos días en el caso de los episodios maníacos. Sin el tratamiento farmacológico adecuado, el curso natural de un episodio dura de semanas a varios meses. Además, la posibilidad de iniciar un episodio es mucho menor si se toma la medicación y, en caso de que se iniciara un episodio, éste será menos grave y durará menos tiempo.
Aunque la mayoría de las personas que padecen un trastorno bipolar vuelven a la normalidad total entre los episodios, entre un 20 y un 30% de las personas siguen mostrando inestabilidad afectiva y dificultades interpersonales o laborales.
Cada recaída hace a la persona más vulnerable a padecer nuevas descompensaciones. Es decir, cuántos más episodios tenga una persona, es más probable que padezca posteriores recaídas. Por otro lado, el intervalo de tiempo entre un episodio y el siguiente se va acortando y a la vez aumenta la duración de los episodios.
Pasemos a ver cuáles son las características de cada episodio por separado.
Características de los episodios maníacos e hipomaníacos
Suelen comenzar de forma brusca, con un aumento rápido de los síntomas en pocos días. Los episodios suelen durar de algunas semanas a varios meses (media de 5 a 10 semanas), pero son más breves y con un final más brusco que los episodios depresivos. En muchos casos, después de presentar un episodio maníaco se puede iniciar una fase depresiva. Los estudios sugieren que un 5-15% de las personas con hipomanía acabarán presentando un episodio maníaco.
Características de los episodios mixtos
Pueden surgir de un episodio maníaco o de un episodio depresivo. Pueden durar de varias semanas a varios meses y pueden remitir hasta un período con pocos o ningún síntoma o evolucionar a un episodio depresivo (es mucho menos frecuente que un episodio mixto evolucione a un episodio maníaco).
Características de los episodios depresivos
Suelen desarrollarse a lo largo de días o semanas. Un episodio no tratado puede durar 6 meses o más.
Por último, diferentes estudios han visto que el pronóstico del trastorno bipolar es peor cuando hay un mayor número de episodios. La comorbilidad con alcoholismo o abuso de sustancias también empeora el pronóstico. Asimismo, los estados mixtos tienen un peor pronóstico. Por último, el tratamiento errático, la dosificación inadecuada o la falta de apoyo psicosocial suponen una peor evolución.
En resumen, con el tratamiento adecuado la evolución del trastorno bipolar es generalmente buena. Sin tratamiento, el curso de la enfermedad está marcado de recaídas con las consecuencias que comporta a nivel social, familiar y laboral.
Bibliografía